jueves, 2 de marzo de 2017

-II-Villanueva del Arzobispo, las Cuatro Villas, el Adelantamiento de Cazorla y el Reino de Jaén

 


II.- El milagro de la Fuensanta y la frontera entre lo demostrable y lo indemostrable

Desde muy pequeño me fascinó el cuadro del milagro de la Virgen de la Fuensanta que, con su colorido y su  gran expresividad, estimulaba mi imaginación situándome en un mundo de aventuras sin fin, que me provocaba una gran  satisfacción tanto por el fracaso del malvado rey Alí-menón , como por  la milagrosa recuperación de la reina buena, su esposa, gracias a la intervención de Santa Maria de Iznatorafe. 

Cuadro representativo del Milagro de la Fuente Santa, origen
de  profundos sentimientos y vivencias en miles y miles
de personas a lo largo de siglos, la tradición aqui tiene un
peso y un valor incontestables y transforma
"hechos indemostrables" en realidades "demostrables"

El hecho de que todo aquello que allí se decía, había ocurrido en ese mismo sitio que yo pisaba, al lado de esa misma fuente, allí, enfrente de Iznatoraf  ¡ y en mi propio pueblo!, me producía una  añadida satisfacción de orgullo.

 Con el tiempo se fue instalando dentro de mí la sensación de una respetuosa  incredulidad hacia todo aquello y más adelante ya, cuando entré de lleno en el mundo de las  personas mayores, al mismo tiempo que en la Universidad, me revestí de una cierta “ingenua aureola de intelectualidad”, de tal manera que  toda aquella historia pasó a  ser  un cuento  para niños, dada la evidencia de que carecía de rigor histórico alguno.

Desde que cumplí los  20 años, prácticamente deje de vivir en Villanueva pero nunca de volver, y siempre hacer una visita más o menos “rutinaria”  a la Fuensanta.

En una de esas visitas, ya no encontré el cuadro que alimentó mis fantasías allí en la Fuente Santa, además el descuido  y una sensación de abandono de aquel lugar era patente. Aquel estado en que se encontraba el manantial me hizo sentir mal, algo mío faltaba, y me invadió un sentimiento de culpabilidad, pensando que mi “escepticismo de falso intelectual modernista” y el de otras personas como yo, había colaborado a crear un ambiente demoledor que desembocó en  aquel lamentable estado de abandono.

 Ese día aprendí de forma “no demostrable” el valor de aquella Fuente, de aquel Milagro que, fuese demostrable o no, sostenía con vigorosidad mis propias raíces aún a pesar de mi “demostrable” indiferencia,  al comprender y valorar con palpable evidencia la importancia de cada  día 8 de los Septiembres de mis  años jóvenes, cuando veía como las personas mayores, muchas mujeres y hombres subían descalzos por la cuesta para cumplir una promesa o pedir por algún ser querido, cuando en medio del polvo y el sudor bajo un sol riguroso, se daban vivas a la Virgen, o cuando yo mirando su cara, siempre me tropezaba con esa serena  mirada de virgen románica de nuestra Señora de la Fuensanta  y sentía como  un gusanillo me roía por dentro llegando al corazón después de taladrar y atravesar  mi conciencia.

A veces pienso, ahora ya, cuando la vida se empieza a ver  dentro de la alargada sombra de la perspectiva que dá el atardecer en el árbol de  los años, que la frontera entre lo demostrable y lo indemostrable la marca cada uno con sus creencias y con la fe que le eche a la vida.

La Virgen de la Fuensanta en Iznatoraf y mirando hacia
Villacarrillo, la Loma y el Condado
El milagro de nuestra Virgen, al igual que tantos otros  milagros repartidos por nuestra geografía, son narraciones que quedan ahí, condensando una parte de la historia en hechos magníficos y gloriosos nacidos en hechos reales que sucedieron o pudieron suceder, con los que paliar años de sufrimientos, miedos y frustraciones. El que representen los hechos concretos que narran es menos importante que la propia valoración que uno mismo les dé.

Eliminar la validez de los milagros es como eliminar los cuentos de la vida de nuestros niños, es cortarle las alas a la imaginación  o cortar el hilo conductor que une la fantasía con la realidad más alta y sublime del ser humano.

Pero la realidad del milagro existe o no, solo dentro de la persona que lo escucha dependiendo de su posición ante la vida, es decir, de su creencia o no en la existencia de otra vida y / o en Dios (dos grandes valores ”indemostrables”), a partir del hecho “demostrable”  de que existimos en un mundo real. Esta es la cuestión.


No podemos andar por la vida despreciando  todo aquello que no puede aportar testigos presenciales o documentos que sean pruebas contundentes, hay que ser más tolerantes y valorar las cosas también por las consecuencias reales que provocaron unas creencias determinadas en la vida de las personas y como consecuencia transformaron la sociedad. 

2 comentarios:

  1. Me encanto de ver este reportaje y sus fotos de Villanueva, Ciudad donde me crie hasta mis 18 años que me fuy a estudiar a Granada. Me recuerdan mucho las fotos donde yo he corrido y he jugado mucho con amigos del colegio de al lado donde esta la Vera-Cruz. Aquí hice mi primera comunión y hasta llegue a enamorarme de una chica y solo recuerdo su nombre......."Caty" no volvi a verla mas y me gustaría volver a saludarle. Cada vez que puedo voy a oir la Misa a la Fuensanta y le rezo mucho a nuestra patrona, ya que me salvo la vida en la campaña de Guerra de Ifni 1957. También visito al antiguo cementerio y le rezo unas oraciones a mis abuelos que siguen enterrados allí. Saludos a todos mis paisanos de Villanueva y me gustaría poner fotos de mi época, pero veo que no se puede.-

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  2. Gracias por tu comentario.
    Se que tu vida gira y ha girado siempre alrededor de grandes convicciones, Tu Dios, tu Virgen, tu Patria.... y eso es reconfortante.
    Yo soy de Villanueva, algo más joven que tu, y quiero a nuestro pueblo con sus luces y con sus sombras.Recuerdo a Pepita Gallestegui de Villanueva que tenía un hermano (no se su nombre ) que estaba en Sidi Ifni , ella lloraba por la suerte de su hermano ya que le había tocado irse allí en plena guerra. Yo , aunque era niño, admiraba a esos VALIENTES , entre los que veo que tu te encontrabas.

    Tengo fotos de la Villanueva antigua y me encantaría ver las tuyas, si quieres te las mando y yo las publico en mi blog o donde tu me digas.
    Recibe un sincero abrazo aunque no nos conozcamos.

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