jueves, 30 de marzo de 2017

-VI-Villanueva del Arzobispo, las Cuatro Villas, el Adelantamiento de Cazorla y el Reino de Jaén

VI.- EL  CONCILIO DE ILIBERRI (sobre la pista de nuestros antepasados romanos)                                               
A comienzos del S. IV se celebró en Iliberri, o Iliberris una ciudad Ibera o Turdetana, también conocida como Elvira posteriormente y que se sitúa según los expertos  en las cercanías de Granada.
La razón del porqué se celebró este concilio y porqué se celebró precisamente en este lugar  tiene relación con nuestro pasado histórico.
Atardecer sobre las fronteras del Adelantamiento
vistas desde la Solana de Iznatoraf
Según Arnobio de Sicca (255-330), que se hizo Cristiano en pleno furor de las crueles persecuciones del emperador Diocleciano, la antigüedad del cristianismo en Hispania “donde existían innumerables cristianos” era de unos 300 años, o lo que es lo mismo: nació y empezó a crecer  a la par que en Roma. Esta afirmación se confirma después de las importantes investigaciones y estudios del insigne racionalista  Adolf Von Harnack (1851-1930), teólogo luterano alemán, primer presidente de la sociedad Kaiser Wilhelm (actual sociedad Max Planck) para la promoción de la ciencia, y nada sospechoso de “barrer para casa” o de desvirtuar la verdad.

Interior del Templo parroquial de Iznatoraf
    Pues si podemos dar como cierto que el cristianismo estaba muy arraigado en Hispania ya en esas fechas, a raíz de la celebración del Concilio de Elvira, podemos afirmar que donde más arraigado estaba y máxima densidad tenía, era en las tierras Andaluzas y dentro de estas, en la zona geográfica que corresponde a la parte Oriental. Esta afirmación se basa primero en el lugar elegido y luego además porque al concilio asistieron 19 obispos y 26 presbíteros, de los cuales, a la provincia  Bética corresponden 8 obispos y 24 presbíteros, a la  Cartaginense  5  y 4 respectivamente, a la Lusitania  3 obispos, a la Tarraconense 2 obispos  y a la Galaica 1 obispo.  Es evidente que la proporción de clérigos es claramente abrumadora a favor de la región Andaluza.

        Entre los obispos asistentes estaba  Pardo  de la diócesis de Mentesa, Ianvario de la de Salaria y Segundino de Cazlona (a dos leguas de Baeza) según la Historia del Obispado y Reino de Jaén escrita en 1634 por Don Federico Rus Puerta, natural de Baeza y Prior de la villa de Bailen.

Interior de la iglesia parroquial de la Asunción en Villacarrillo
Todo esto indica que la tierra en la que se ubican nuestros pueblos de las Cuatro Villas y del antiguo Adelantamiento, al igual que otros más de la Andalucía próxima, fue pionera dentro de la Hispania romana, en vivir y poco a poco convivir con un ambiente muy avanzado en el camino de la modernidad que suponía una “reconversión” del paganismo romano que habían “mamado” durante generaciones, al Cristianismo nuevo,  ilusionante y esperanzador donde no había confusión de dioses y que les hablaba de justicia, de igualdad, de honradez y de amor a los demás.
Esto encaja con la afirmación de Escudero de la Torre, Rus Puerta, Argote de Molina y algunos otros personajes estudiosos, de que la existencia de la Virgen de la Fuensanta, (antes  Santa Maria de Iznatorafe y antes no sabemos cómo se le llamaba), se remonta a los tiempos remotos, tal vez , como supone nuestro insigne paisano Don Antonio Ferreiro (que fue magistral de la Catedral de Jaén), los tiempos de la predicación del Apóstol Santiago y los varones apostólicos discípulos suyos.

La sierra de las Villas vista desde la Fuensanta en
Villanueva del Arzobispo
El paganismo convivía con el cristianismo , las costumbres romanas referentes a la vida sobrenatural, la muerte y en definitiva, a la religión eran practicadas simultáneamente por nuestro antepasados y hasta el Edicto de Tesalónica del año 380, en el imperio Romano eran igual de lícitos el paganismo y el cristianismo.
Uno de los principales objetivos del Concilio de Iliberri  fue tratar de luchar contra las prácticas paganas y poner orden en algunas costumbres contrarias a su doctrina, los campos que se abordan en sus 81 cánones son: Relaciones entre cristianos, paganos y judíos, la jerarquía eclesiástica, la sexualidad, la economía y la liturgia.

Las tierras del Adelantamiento de Cazorla
 vistas desde La Iruela
La lectura detenida de estos cánones nos centra bastante sobre como vivían nuestros compatriotas y sobre todo  nuestros antepasados directos y por tanto poder deducir como se comportarían ante ciertas situaciones. El gran historiador de la Iglesia primitiva, Harnack, cree que en los cánones quedan bien patentes las características de la Iglesia hispana de todas las épocas: un riguroso ascetismo y una gran mundanidad.
En Roma y en  nuestras tierras, nadie se casaba, el matrimonio no tenía carácter jurídico ni religioso, era una forma  “ordenada” de tener hijos y poder transmitirles el patrimonio y una forma de mantener el status social.
Como la Iglesia primitiva no había heredado de Jesús o de los Apóstoles ningún rito u oraciones para celebrar el matrimonio. Aceptó la costumbre romana, cuyo matrimonio era monógamo, como el cristiano.
Sorihuela del Guadalimar con su torreón árabe
y al fondo Chiclana de Segura.

Resúmenes de los temas  que tratan algunos cánones *:
El canon VI prohíbe la magia usada para asesinar a otra persona.
El canon XXXIV prohíbe encender cirios en los cementerios.
El canon LXXIX prohíbe el juego de los dados
Los cánones XVI, XLIX, L, LXXVIII, son los primeros testimonios de la segregación antijudía en Hispania. De ello se deduce que los judíos eran muchos e importantes, y que tenían mucho trato e influencia sobre los cristianos.
El canon XLI es el primer documento cristiano conocido que manda extender la fe mediante la opresión, ordenando a los dueños prohibir a sus esclavos adorar a los ídolos.
El canon LXII prohíbe la profesión de aurigas y de cómicos.
El canon XX prohibía la usura del clérigo y del laico, y es el único documento anterior a Constantino que lo hace.
El canon XLI es el primer documento cristiano conocido que manda extender la fe mediante la opresión, ordenando a los dueños prohibir a sus esclavos adorar a los ídolos.

El canon XXXIII prohíbe que en las iglesias haya imágenes.
 Esto supone  en primer lugar, que ya había iglesias, es de suponer que estas serían, inicialmente, templos romanos en los que era usual el culto a través de imágenes de sus divinidades tanto en forma de esculturas, mosaicos o pinturas, la prohibición iría dirigida a evitar la idolatría, bien por la presión de las comunidades judías o bien por el intento de ir separándose de las costumbres del paganismo cristiano.
No podemos descartar que durante los siglos que aún quedaban hasta que la Iglesia consintiese abiertamente la presencia de imágenes, si ya existían las imágenes de las vírgenes de Tiscar y la Fuensanta, que según nos dice Escudero de la Torre, datan de épocas anteriores a este concilio, fuesen ocultadas en las sierras de Cazorla y Las Villas, como volverían a hacer posteriormente  los descendientes de aquellos antepasados, con motivo de la llegada de los Almohades a nuestras tierras.

El Concilio de Iliberri, sus orígenes, causas y tratados así como los cánones que condensa su nueva doctrina es de suma importancia para un estudio y mejor conocimiento de nuestros antecedentes de nuestras raíces en definitiva, ya que se deducen muchas cosas, no solo por lo que se dice sino también por lo que no se dice.
Los Españoles, y con más razón los Andaluces y con más aún los Jiennenses actuales de la Andalucía más oriental, debemos de sentirnos orgullosos de que gracias a la inquietud y a la búsqueda de la verdad por parte de nuestros antepasados, el primer concilio que registró la Cristiandad (después de los de Jerusalén, Roma y Cartago), se celebró en nuestra tierra anticipándose en 25 años al primer concilio Ecuménico (Universal) que se celebró en Nicea en el año 325.
  
Tres cánones del Concilio de Iliberri, cada uno tiene detrás su "porqué".
 El análisis de cada  uno de los 81 cánones abre la puerta a un
conocimiento preciso de muchos aspectos de la vida
de nuestros antepasados en las tierras del Adelantamiento
 y zonas adyacentes en la época romana.





* Gran parte de lo que expongo aquí se extrae de las publicaciones:

* El cristianismo hispano (Su origen y repercusión en la sociedad Hispana y en la Iglesia Universal)de Don  José María Blázquez- Madrid 2010
*Agustinianum” J.Vilella y PE Barreda-PDF-2006
*Concilio de Elvira : antigüedad y cristianismo” Manuel Sotomayor 1990
*Paganismo tardío en los Reinos Hispanos de la antigüedad. Practicas paganas y antecedentes a la luz de los concilios” (Francisco Javier Burgos Luengo)

lunes, 27 de marzo de 2017

-V-Villanueva del Arzobispo, las Cuatro Villas, el Adelantamiento de Cazorla y el Reino de Jaén

V.- PROFUNDIZANDO EN NUESTRAS RAÍCES: ROMANOS Y CRISTIANOS, AÑOS ANTERIORES AL  CONCILIO DE ILIBERRI

                                                                                                                                     

Cuando Jesucristo nace en el año 0 de nuestra era o 735 de la era romana, el imperio romano se extendía por todo el mundo constituyendo con su poderío un lazo de unión entre los diferentes pueblos bajo su dominio, a este gran imperio aún le faltaban casi 400 años para entrar en descomposición.




Durante unos 700 años los romanos dominaron Hispania entre el año 218 (a d c) y los primeros años del siglo V.
La población, sus formas y modos de vivir, su cultura, incluyendo el lenguaje y la propia organización política del territorio cambiaron profundamente. Las costumbres, la cultura y la forma de vivir de aquellos pueblos ibéricos profundamente molestos con la actitud de los Cartagineses (anteriores invasores), cambiaron para siempre.
Hispania era uno de los territorios fundamentales para el sostenimiento del imperio al que proporcionaba gran cantidad de recursos naturales así como una mano de obra abundante y de buena calidad. Los habitantes de las tierras de las futuras Cuatro villas y de todo el Adelantamiento de Cazorla estaban sometidas, como el resto de Hispania, al nuevo sistema de vida,  un sistema económico organizado, un sentido de la vida diferente, en definitiva: una nueva filosofía que les reportaba grandes ventajas materiales.
Las novedades aportadas por los Romanos, sobre todo en el terreno del Derecho, crearon el sustrato de una organización seria y profunda que ya no nos abandonaría nunca.
En los primeros años de la Era Cristiana  se producen unos cambios de vital importancia para el futuro de nuestras tierras: la llegada del revolucionario Cristianismo, una novedosa e ilusionante forma de afrontar la vida, y su introducción paulatina dentro de la sociedad Hispánica.

Según nos narra Escudero de la Torre en su libro editado en 1669,”Historia de los célebres santuarios del Adelantamiento de Cazorla y milagrosas  imágenes  del Santo Cristo de Villacarrillo, Virgen de la Fuensanta de Villanueva del Arzobispo y Nuestra señora de Tiscar en la Villa de Quesada”, en las tierras de Cazorla  predicó San Hisicio con algunos discípulos más   del apóstol Santiago, y su gran lucha era la que tuvo que mantener para tratar de erradicar algunas  costumbres paganas que los habitantes de estas tierra, nuestros antepasados, tenían ya arraigadas  y formaban parte de su tradición.

El mensaje Cristiano debió de calar muy profundamente en nuestros inteligentes antepasados que, aunque estaban muy identificados con la cultura romana, es muy probable que tuvieran asumida su condición de “ciudadanos de segunda” viendo como las riquezas mineras y forestales se iban para Roma utilizando para ello  los medios que fuesen necesarios, como por ejemplo  la esclavitud.

Dice Escudero en el capítulo 2º del libro citado, que en su tiempo (años 50 y 60 del siglo XVII) se celebraba aún en Cazorla y sus alrededores una fiesta  llamada del Arbujuelo  “por un arbolillo que lleva delante vestidas sus ramas de hermosas roscas de pan blanco” y que los orígenes de esta fiesta están en la época romana pues se celebraba en honor de la Diosa Ceres en agradecimiento por los frutos existentes y por los que esperaban que les concediese para la cosecha siguiente. También cuenta que cuando Hisicio comenzó a predicar por las tierras de Cazorla (Carcesa en la época romana) y por el Adelantamiento trataba de convencer a los Gentiles (nuestros antepasados)  sembrando la doctrina de su predicación diciéndoles que aquellos gratuitos honores solo se le debían al verdadero Dios, Autor de los frutos, y que hiciesen la procesión  a la Virgen Maria verdadera Ceres y madre de Jesu-Cristo verdadero Hijo de Dios. Según Escudero, dicha fiesta de los Cereales en la que predicó Hisicio, fue la celebrada “ en el año 44 el dia 19 de Abril porque en el celebraban los Gentiles las fiestas de la mentida Diosa, llamada de los Cereales, que inventaron los griegos


La Virgen de la Fuensanta que existía en el siglo XVII
(hacia los años 1665-1669), dibujada a plumilla
 por el Licenciado Escudero


Nos narra Escudero hasta el final del capítulo 2º de su libro, como San Hisicio predicó no solo en Cazorla y la Iruela, sino  en todas las tierras del Adelantamiento introduciendo , al mismo modo que lo hizo Santiago Apostol en Zaragoza, la devoción y veneración de Maria la madre de Jesús  en los templos del Adelantamiento (tierras que pertenecían a su diócesis), poniendo  dos imágenes de la Virgen , una en Tiscar  y otra en  Iznatorafe siendo conservadas y veneradas a lo largo de los años. En esta época ya existían las diócesis de Mentesa (Santo Tomé o la Guardia según que autores) y Salaria  (Quesada), siendo Iznatorafe un Arciprestazgo de Mentesa.

Entre los años 300 y 303 se celebra en nuestra tierra  el Concilio de Iliberri, primer Concilio conocido de la Iglesia, tuvo que ocurrir en nuestras tierras (cerca de Granada), promovido por un Cordobés y al que asistieron varios Obispos y Presbíteros de las tierras Jiennenses.

. El estudio de este Concilio y de los Cánones que se emitieron, arroja luz para poder seguirle la pista a la forma en que se desarrollaba la vida diaria de nuestros antepasados
La Virgen de la Tiscar que existía en
el siglo XVII (1665-1669), dibujada a
plumilla  por el Licenciado Escudero
Milagrosa imagen del Cristo de
Villacarrillo que ya existía en el
Siglo XVII, dibujo a plumilla por
el Licenciado Escudero




















martes, 7 de marzo de 2017

-III-Villanueva del Arzobispo, las Cuatro Villas, el Adelantamiento de Cazorla y el Reino de Jaén

III.- EL SILENCIO DE LOS TIEMPOS PRIMITIVOS.
        

Utilizando las semillas de inquietud que puso en mí la lectura del artículo de   Don Antonio Ferreiro en el programa de las fiesta de Villanueva del año 1944, yo también me pregunto: ¿Y el silencio de los siglos primitivos?.....

Mapa realizado por Gregorio Forst en el año 1653.
Se delimita el Adelantamiento de Cazorla y
las poblaciones más importantes
Para mí, los siglos primitivos rompen su silencio y nos hablan cantando a voces  desde los más intrincados parajes, desde nuestras sierras, nuestros olivares, nuestro monte sagrado Iznatorafe, desde nuestra Fuensanta o desde cada curva de la carretera del Tranco, reclamando un lugar en la historia, porque esta tierra, definida por la diversidad de sus parajes, y frontera secular de pueblos y razas ha configurado su singularidad a lo largo de siglos plagados de vicisitudes y esfuerzos en el día a día, transmitiendo experiencias de padres a hijos hasta llegar a la realidad de hoy que , a su vez hará inexorablemente lo mismo en beneficio de las generaciones futuras.
Ampliación del mapa de Gregorio Forst donde se resaltan en
amarillo las poblaciones de las cuatro Villas, Santo Tomé
 y Chincoya. (En rojo se marca el límite del Adelantamiento)


Como es natural, los primitivos pobladores de estas tierras se adaptarían a ellas en orden a las necesidades básicas de supervivencia, constantes universales de la vida y que rigen por igual en cualquier parte del mundo: comida, seguridad y reproducción.

Adentrarse en el pasado es como andar un camino lleno de obstáculos que cada vez se hacen más intrincados llegando a convertirse en un túnel de muy poca visibilidad, sobre todo cuando ese camino pasa por lugares o grupos humanos que no vivieron hechos excepcionales ni fueron sede de tomas de decisión trascendentales ni escenario de famosas batallas ni están situados en cruces de caminos de la historia.

Es un hecho histórico que las Cuatro Villas, o mejor dicho, las tierras sobre las que después se asentarían nuestros pueblos, siempre han sido zona fronteriza. Ya la geomorfología de estos parajes marcan la transición entre la montaña y al Loma, el mismo color de las tierras cambia y se alterna entre el blanco arcilloso y el rojo pálido y hasta los olivos se  mezclan con los pinos que les van cediendo poco a poco su terreno.

Tal es el caso de Iznatoraf, Sorihuela, Villacarrillo, Villanueva que, además siempre ha sido lugar fronterizo: Frontera entre los pueblos ibéricos Bastetanos y Oretanos, frontera entre la Hispania Ulterior y la Citerior, frontera para Julio Cesar que, refiriéndose al monte de Anistorgis (Iznatoraf), distinguía esta zona como la que separaba  las tierras fértiles de  las estériles, frontera entre las Coras de Yayyán (o Al-Buxarrat)  y la de Tudmir (Jaén y Murcia posteriormente),  frontera en el adelantamiento de Cazorla y siempre  anclada en el límite que nos impuso la orografía, frontera entre las tierras rojas y las blancas, frontera, siempre frontera…..

Nuestro pasado, el pasado de las cuatro Villas no comienza cuando la Moraleja y la torre de Mingo Priego eran núcleos de población pertenecientes a Iznatoraf, ni cuando en 1396 el rey Enrique III, a petición de Don Pedro Tenorio, Arzobispo de Toledo,  concede a la Moraleja el título de Villa en contra de los intereses de Iznatoraf, o cuando en 1449 ocurre lo mismo con Mingo Priego por la intercesión del Arzobispo Don Alfonso Carrillo de Acuña,  ni cuando en 1573 el Rey Felipe II concedió a Villanueva la jurisdicción sobre lo criminal, ni cuando en 1595 el mismo Rey concede a Sorihuela la independencia de Iznatoraf, ni cuando en 1920 el Rey Alfonso XIII concedió a Villanueva el título de Ciudad.....

Nuestro pasado, el pasado de las cuatro Villas  se remonta muchos años atrás, durante los cuales, nuestros antepasados se fueron modificando y adoptándose a  las innovaciones ambientales y sociales  que correspondían a los largos periodos de familias viviendo en ambientes pacíficos y tranquilos y a los casi igual de largos periodos de zozobra, angustia e intranquilidad en una lucha permanente por la supervivencia ante los ataques y vejaciones a los que, a buen seguro, tenían que enfrentarse nuestros antepasados, siempre indefensos ante los poderes organizados, de  las sucesivas invasiones de cartagineses, romanos, visigodos, musulmanes y castellanos, hasta que llega a constituirse en 1231 el Adelantamiento de Cazorla, pasando las cuatro Villas, algunos años más tarde, a raíz de la toma de Iznatoraf en 1235, a integrarse plenamente en él,  y unos años más tarde, en 1246 al Reino de Jaén, aunque eclesiásticamente formábamos parte del Arzobispado de Toledo.

En los siguiente mapas se hace una breve recopilación del carácter fronterizo de nuestras tierras, que se representan en un circulo rojo (todo es aproximado)















Error: no es 1ª sino 2ª guerra Púnica



























jueves, 2 de marzo de 2017

-I-Villanueva del Arzobispo, las Cuatro Villas, el Adelantamiento de Cazorla y el Reino de Jaén


I.- La cuestión fundamental

Un día, hojeando mis recuerdos de Villanueva encontré en el programa de fiestas  del año 1944, un artículo titulado “Apuntes para una Historia de Villanueva” firmado por Don Antonio Ferreiro, Villanovense Magistral de la Catedral de Jaén en aquel año.
Después de leerlo y releerlo comencé a sentir la  necesidad  de profundizar en el pasado del pueblo donde nací, utilizando para ello las semillas de inquietud que puso en mí esa lectura, que termina con una llamada de  Don Antonio : ¿Y el silencio de los siglos primitivos?.....

La Tradición, el boca a boca  ha sido, durante siglos, el medio de comunicación por excelencia, pero en la actualidad y ante la arrolladora máquina de los poderosos medios técnicos, la necesidad de inmediatez y la noticia “a toda costa”, esa tradición y ese “boca a boca” se ha devaluado, hasta tal punto, que todo aquello que no esté escrito y documentado es poco menos que despreciable, pasando, como mucho, al terreno de las conjeturas y de las  charlas anecdóticas, cuando no a la burla irónica.

Primera hoja del artículo publicado por
Don Antonio Ferreiro en el programa de
 fiestas de Villanueva del Arzobispo
en el  año 1944
Pero no por ello hemos de renunciar a una reconstrucción de la historia, porque los hechos ocurridos en nuestro pasado y que configuran nuestro presente, pueden y deben de ser conocidos para la cimentación de nuestro futuro. La lógica, apoyada en el conocimiento de algunos hechos concretos ocurridos en otros tiempos, puede ser herramienta fundamental para llegar a formular hipótesis capaces de sustentar líneas de investigación que nos conduzcan al conocimiento de la verdad de lo que sucedió y sobre todo porque sucedieron las cosas de una forma y no de otra, o simplemente llegar a la conclusión razonada de que la hipótesis es incorrecta.

Los hombres, la raza humana, mejor, ha tenido las mismas necesidades desde siempre, la supervivencia personal, la reproducción y el celo por defender a sus familias, la seguridad ante enemigos reales y posibles, la ambición, la bondad y la maldad, el miedo a la incertidumbre , el miedo a la muerte....






Plaza de Santa Ana - años 50
Me estoy refiriendo a Villanueva del Arzobispo, mi pueblo, sus núcleos de población  y todo el entorno geográfico que en principio se circunscribe a las Cuatro villas, el Adelantamiento de Cazorla, El Señorío de Santisteban y los pueblos de la provincia de Jaén que hasta hace pocos años pertenecían a la Encomienda de Segura y /o al Reino de Murcia.









Calle Parras (Hoy Miguel de Cervantes),
en los años 40 y 50  se decía que esta
 calle sería la de "entrada a Villanueva"
porque cuando pasase el tren, sería
el acceso natural al pueblo. A finales de
los 50, aquella ilusión se esfumó.




Villanueva evoluciona como sociedad civil dentro de un entorno geográfico y  natural que constituyen la base de su sustento material, de su economía y de su inspiración natural. Pero Villanueva se desarrolla junto y a la par que otros centros humanos próximos y estos a su vez dentro de otros y así se extiende y se configura una interacción que nos hace dependientes y nos invita a ser solidarios unos con otros. El entorno geográfico  es el  natural, dentro del que debemos escarbar con paciencia y método para poder descubrir los hechos que ocurrieron, por que ocurrieron  y aquellos otros que, pudiendo ocurrir no ocurrieron, para poder hacer más sólidos  los pilares que sustentan  nuestro crecimiento  intelectual y económico.




Interior de la Fuensanta en los años
 40 y 50. Mi profesor de religión
 (Don Julio "Turrón") decía que detrás
del retablo barroco de la Virgen
"seguro que hay azulejos y pinturas
de mucho valor histórico......"







Abordar el trabajo de sacar a flote la historia de nuestras tierras, de establecer el hilo conductor que ponga voz al “silencio de los tiempos primitivos” que reclamaba desvelar Don Antonio Ferreiro, debe ser un reto para Villanueva y su comarca, y este reto debe de tener contestación, sobre todo para que  nuestra juventud conozca objetivamente todo lo relacionado con el pasado de nuestra tierra, sus cosas buenas y malas, sus lagunas, nuestras virtudes y nuestros defectos como pueblo, porque asentándonos sobre la realidad y tomando conciencia de pueblo,  habremos  dado pasos de gigante para abordar un futuro esperanzador e ilusionante para nuestros jóvenes, no solo en el aspecto individual, sino sobre todo en el colectivo.




El Santuario con su explanada en los años 60. El estudio exhaustivo del lugar y sobre todo
de las circunstancias y hechos que concurren en el, puede y debe de dar mucha luz
sobre el pasado de nuestro pueblo y toda la zona geográfica del entorno

-II-Villanueva del Arzobispo, las Cuatro Villas, el Adelantamiento de Cazorla y el Reino de Jaén

 


II.- El milagro de la Fuensanta y la frontera entre lo demostrable y lo indemostrable

Desde muy pequeño me fascinó el cuadro del milagro de la Virgen de la Fuensanta que, con su colorido y su  gran expresividad, estimulaba mi imaginación situándome en un mundo de aventuras sin fin, que me provocaba una gran  satisfacción tanto por el fracaso del malvado rey Alí-menón , como por  la milagrosa recuperación de la reina buena, su esposa, gracias a la intervención de Santa Maria de Iznatorafe. 

Cuadro representativo del Milagro de la Fuente Santa, origen
de  profundos sentimientos y vivencias en miles y miles
de personas a lo largo de siglos, la tradición aqui tiene un
peso y un valor incontestables y transforma
"hechos indemostrables" en realidades "demostrables"

El hecho de que todo aquello que allí se decía, había ocurrido en ese mismo sitio que yo pisaba, al lado de esa misma fuente, allí, enfrente de Iznatoraf  ¡ y en mi propio pueblo!, me producía una  añadida satisfacción de orgullo.

 Con el tiempo se fue instalando dentro de mí la sensación de una respetuosa  incredulidad hacia todo aquello y más adelante ya, cuando entré de lleno en el mundo de las  personas mayores, al mismo tiempo que en la Universidad, me revestí de una cierta “ingenua aureola de intelectualidad”, de tal manera que  toda aquella historia pasó a  ser  un cuento  para niños, dada la evidencia de que carecía de rigor histórico alguno.

Desde que cumplí los  20 años, prácticamente deje de vivir en Villanueva pero nunca de volver, y siempre hacer una visita más o menos “rutinaria”  a la Fuensanta.

En una de esas visitas, ya no encontré el cuadro que alimentó mis fantasías allí en la Fuente Santa, además el descuido  y una sensación de abandono de aquel lugar era patente. Aquel estado en que se encontraba el manantial me hizo sentir mal, algo mío faltaba, y me invadió un sentimiento de culpabilidad, pensando que mi “escepticismo de falso intelectual modernista” y el de otras personas como yo, había colaborado a crear un ambiente demoledor que desembocó en  aquel lamentable estado de abandono.

 Ese día aprendí de forma “no demostrable” el valor de aquella Fuente, de aquel Milagro que, fuese demostrable o no, sostenía con vigorosidad mis propias raíces aún a pesar de mi “demostrable” indiferencia,  al comprender y valorar con palpable evidencia la importancia de cada  día 8 de los Septiembres de mis  años jóvenes, cuando veía como las personas mayores, muchas mujeres y hombres subían descalzos por la cuesta para cumplir una promesa o pedir por algún ser querido, cuando en medio del polvo y el sudor bajo un sol riguroso, se daban vivas a la Virgen, o cuando yo mirando su cara, siempre me tropezaba con esa serena  mirada de virgen románica de nuestra Señora de la Fuensanta  y sentía como  un gusanillo me roía por dentro llegando al corazón después de taladrar y atravesar  mi conciencia.

A veces pienso, ahora ya, cuando la vida se empieza a ver  dentro de la alargada sombra de la perspectiva que dá el atardecer en el árbol de  los años, que la frontera entre lo demostrable y lo indemostrable la marca cada uno con sus creencias y con la fe que le eche a la vida.

La Virgen de la Fuensanta en Iznatoraf y mirando hacia
Villacarrillo, la Loma y el Condado
El milagro de nuestra Virgen, al igual que tantos otros  milagros repartidos por nuestra geografía, son narraciones que quedan ahí, condensando una parte de la historia en hechos magníficos y gloriosos nacidos en hechos reales que sucedieron o pudieron suceder, con los que paliar años de sufrimientos, miedos y frustraciones. El que representen los hechos concretos que narran es menos importante que la propia valoración que uno mismo les dé.

Eliminar la validez de los milagros es como eliminar los cuentos de la vida de nuestros niños, es cortarle las alas a la imaginación  o cortar el hilo conductor que une la fantasía con la realidad más alta y sublime del ser humano.

Pero la realidad del milagro existe o no, solo dentro de la persona que lo escucha dependiendo de su posición ante la vida, es decir, de su creencia o no en la existencia de otra vida y / o en Dios (dos grandes valores ”indemostrables”), a partir del hecho “demostrable”  de que existimos en un mundo real. Esta es la cuestión.


No podemos andar por la vida despreciando  todo aquello que no puede aportar testigos presenciales o documentos que sean pruebas contundentes, hay que ser más tolerantes y valorar las cosas también por las consecuencias reales que provocaron unas creencias determinadas en la vida de las personas y como consecuencia transformaron la sociedad.