miércoles, 14 de noviembre de 2018


Una versión del Milagro de la Fuensanta basada en la tradición oral y escrita a finales del siglo XVI…..¿Por Cervantes?

Intentemos situarnos en el año de 1589, solo habían pasado 18 años de la batalla de Lepanto donde la Liga Santa capitaneada por Don Juan de Austria derrotó al imperio Turco. Sin embargo  la euforia de aquella impresionante victoria ya se iba disipando porque los Otomanos, a pesar de su derrota,  seguían su penetración creando por todo el Mediterráneo la intranquilidad y la preocupación.

El horizonte se oscurecía para los casi 8 millones de españoles porque además había noticias de que la muerte, de la mano de la  peste, ya estaba en los condados catalanes y como siempre, pronto amenazaría a todo el Reino. Más del 70% eran analfabetos, los impuestos sobre el grano, el aceite o el ganado acosaban al 90% de la población (el resto eran clérigos o nobles) y por si fuese poco, la “Santa” inquisición causaba estragos, cuando menos, en la moral de nuestros antepasados.

En ese ambiente tanto rural como ciudadano, el tiempo de ocio era muy limitado pero no por eso dejaba de ser más que necesario. Prácticamente todas las fiestas y celebraciones populares estaban íntimamente relacionadas con lo picaresco o lo religioso y en este caso, muy especialmente con la Virgen María, por lo que el pueblo llano era muy receptivo a noticias, milagros o leyendas, que se relacionasen con la Virgen y, mucho más aún, si la noticia, milagro o leyenda ¡que más daba!, conseguía, al mismo tiempo, restituir el orgullo colectivo en las gentes…
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 Había un buen hombre llamado Escudero de Cobeña, natural de la Alcarria, concretamente de Almonacid de Zorita que vivió entre los años 1525 y 1595 y que gozaba de un espíritu investigador muy profundo, tanto, que le impulsó a realizar una obra en la que se propuso recopilar los hechos más famosos e importantes acaecidos en el mundo entonces conocido y llamado como “Toda la Cristiandad”.

Don Matías (que así se llamaba nuestro personaje), no había pasado por Universidad alguna pero había acumulado una cultura sólida con su esfuerzo personal y además gozaba del privilegio de una aceptable situación económica que le permitía utilizar su tiempo en favor de los demás. Tanto indagó, investigó y seleccionó, que escribió un libro manuscrito llamado “Relación de casos notables que han sucedido en diversas partes de la cristiandad  donde refiere los que a su juicio eran los más destacados , nada menos que 924 que selecciona como los más impresionantes ocurridos a lo largo de la historia hasta el siglo XVI.

 Pues bien, el relato número 912 de su crónica se titula “De un  milagro que nuestra Señora la Virgen María hizo, por do se convirtió un rey y reina moros a la Santa Fe católica. Año 1589”. Y lo comienza diciendo que han llegado unas cartas a Valencia con relaciones de un milagro que la Virgen María ha hecho en el reino de Torafe “que es en la parte de Oriente” y para devoción de los fieles, dicho milagro se ha impreso en Valencia (dicha impresión la realiza, versificada, el Doctor Martínez de Valencia en 1589  y posteriormente se imprimiría en Alcalá de Henares por Hernán Ramírez y en Barcelona por Pedro Malo. Estas ediciones  no se conservan pero si su texto gracias a Don Matías que en su manuscrito da testimonio de su existencia y del éxito que tuvieron entre el gran  público.

El Doctor Martínez, presunto receptor de las cartas versifica su contenido  imprimiéndolo para su divulgación. Este es el texto que extrae y publica Dña Rosario Consuelo Gonzalo García de la Universidad de Valladolid (*):




  Un rico Rey Moro de Torafe, reino situado al oriente, que estaba en guerra con un Rey cristiano, llega a la costa de sus enemigos, donde se le informa de la existencia cerca de allí, de un convento de monjas.
 Los moros entran en el convento y matan a casi todas las monjas, cautivando a las más jóvenes y bellas. De entre ellas, había una particularmente bella y hermosa, que el rey elige  para ponerla al servicio de la reina mora. Con el tiempo esta cristiana, devotísima de la Virgen María, y que rezaba el rosario siempre que podía, consigue despertar la misma devoción en la reina mora a la que bautiza y enseña las oraciones y mandamientos de la ley de Dios. Pero el demonio adoptando la forma de un paje real, informa  al rey de todo lo que está pasando. Cuando el Rey descubre a su mujer y a la cristiana rezando juntas el Rosario, enojadísimo mete en prisión a la reina mora y martiriza bárbaramente a la cautiva cristiana que , tras sacarle el corazón entrega finalmente su alma a Dios.
Muerta la cristiana, el Rey intenta inútilmente que  su mujer vuelva a adorar a Mahoma. En consecuencia ordena cortarle las manos y los pies, sacarle los ojos y llevar el resto de su cuerpo a un monte cercano para que se lo coman los animales, cosa que nunca llega a suceder. La Reina que además está preñada, llama con fe a la Virgen María que viene a socorrerla y le ordena meter brazos y piernas en una fuente cercana y lavarse el rostro recuperando así los ojos y la vista.
El Rey moro al ver el milagro se convierte y envía una embajada al Rey cristiano para que venga un obispo a su reino  para bautizar y enseñar la fe católica a los moros. El Rey moro, ahora llamado Pedro, manda construir un monasterio junto a la fuente del milagro, en honor de la virgen María, a la que le dedica una imagen de oro. Desde entonces se multiplicarán los milagros dando gracias a Dios por todo ello.”

Como se puede apreciar, el texto del milagro es sustancialmente el mismo que el que ya en el año 1634 publicó Rus Puerta y, en 1669 el Licenciado Fernando Escudero de la Torre, siendo este  el que ha llegado a nosotros, por cierto  de forma oral, a la gran mayoría de la gente.
 Todo esto indica que el relato expuesto proviene de algún relato anterior a todos estos, o lo que es más probable, a uno realizado por alguien interesado por estos temas y que fue capaz de plasmar el relato tradicional que todos conocemos, en documento escrito después de  haberlo escuchado de viva voz.
¿Pero quién pudo ser ese personaje capaz de componer el relato incorporando hechos y situaciones tan diversas sin desvirtuar el fondo pero al mismo tiempo con ese sentido de la oportunidad que lo hacía conectar perfectamente con lo que el pueblo quería escuchar?....
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Me aventuro a intuir (no afirmo) que pudo ser Cervantes:
Miguel de Cervantes conocía bien el “Oriente”, desde Lepanto pasa cuatro años por Sicilia, Nápoles y el norte de África hasta que ya volviendo a casa es apresado por los corsarios y encarcelado en  Argel donde cumple cautiverio durante cinco años siendo durante un tiempo esclavo del Rey de Argel Alí –Mamí hasta 1580 año en que regresó a España por Valencia.
Conocía bien que el rezo del rosario, desde la batalla de Lepanto se había popularizado extraordinariamente sobre todo desde que el papa Gregorio XIII cambió su fiesta al 7 de Octubre (día de la batalla).
Por otro lado, Cervantes trabajó en Andalucía entre 1585 y 1592  como Comisario real de Abastos, y conocía Iznatoraf, a donde tuvo que desplazarse en ocasiones por ser  cabeza de comarca para la recaudación de impuestos**.
Sería de lo más normal que conociese la historia del milagro por boca de las gentes de nuestra tierra  y más concretamente en Iznatoraf y Villanueva, donde tendría ocasión de ver la imagen de la Virgen y las pinturas que informaban del milagro.
 No sería nada extraño que la información recibida la adecuase, dadas sus excepcionales cualidades literarias, a las exigencias del momento y escribiese el relato “vendible” con la consiguiente divulgación  a través de sus contactos en Valencia  donde precisamente la industria de la imprenta era muy floreciente por aquellos años y pudo enviarlas al Doctor Martínez para su impresión y divulgación..
 No obstante, y sea o no Cervantes el autor de la narración, lo importante a mi juicio es que se puede constatar que la popularidad y capacidad de convocatoria de la Virgen de la Fuensanta tiene una dimensión histórica que hunde sus raíces muchos años atrás y que aún está por explorar. Merece la pena estudiar e investigar en beneficio del futuro de nuestras tierras y por supuesto, de nuestro pueblo… Villanueva.
                                      Enrique López Gámiz- Valencia Septiembre de 2018

Bibliografía:
Historia de España- Tomo IV el Imperio-Club Internacional del Libro Capítulo IX pg 412

 *“Sucesos extraordinarios en torno a Infieles y Cristianos en la segunda mitad del siglo XVI: Escudero de Cobeña y el registro bibliográfico de la memoria popular”  de R. Consuelo García – Universidad de Valladolid-

**Pedro Javier Rivas, cronista oficial de Iznatoraf - El País- 27 de Junio de 2001

Un documento inédito sobre el cautiverio de Cervantes- Krzysztof Sliwa- Universidad de Menfis- publicado  por el Csic




viernes, 9 de marzo de 2018

Reflexiones sobre Chincoya a través de la tradición y la historia


Reflexiones  sobre  Chincoya a través de la tradición y la historia

Mis padres se llamaban Eusebia y Ricardo  , andaluces de Granada y Almería   respectivamente.En la década de los años 30 del siglo pasado, se  casaron y eligieron destino común en unas escuelas vacantes en un pueblo lejano de la provincia de Jaén que no tenía ferrocarril aunque les habían informado que no tardaría mucho en tenerlo (aún estaba en construcción) y al que se tardaba en llegar casi un día desde Granada.



Gracias a la profesión de mis padres, gracias a las dos plazas libres existentes en Villanueva  para ejercer de maestros, gracias a que el ferrocarril (símbolo del progreso entonces) era una cosa inminente   en ese pueblo y…. gracias a Dios en definitiva, yo tuve el privilegio de nacer en Villanueva del Arzobispo.



El viaducto sobre el que pasaría el tren.... !ilusión de
 mis padres!.arriba en fase de construcción (años 20).
abajo,estado actual.
!Nunca sobre sus lomos pasó tren alguno!
Nací  el mismo año en el que el racionamiento estaba en todo su furor, Manolete toreó en nuestra plaza de toros, se introdujo el gasógeno como combustible en España, y además, para que no falte la guinda, se produjo el primer atentado contra Hitler. En ese año me parió mi madre en la calle de Repullete Nº 17 (ahora calle del maestro Ricardo López- mi padre-), donde estaba el ya desaparecido Grupo Escolar Mercedes.



Gracias madre (Doña Eusebia te decían).

Mi abuela nació en 1876 y mis nietos abandonaran este mundo  antes del 2110, es decir que  cada persona puede “transportar” hechos ocurridos y contados de viva voz en un intervalo de tiempo de 200 años aproximadamente.

 Mi abuela no me dio nada por escrito ni yo he utilizado la escritura para contar las cosas a mis  hijos y nietos; esa forma de transmitir hechos y conocimientos se usa a diario y es el vehículo natural en el que viaja la cultura y el lecho donde se forja y se consolida la solera de un pueblo. 

Las "Escuelas Nuevas" edificio construido por el gobierno
de la  República a comienzos de los años 30.
En  la vivienda para maestros nací yo.
La transmisión de hechos puede sufrir de exageraciones o al contrario pueden minimizarse, pero cuando las mismas cosas son contadas por diferentes personas a diferentes descendientes, se crea un entramado de información de donde, la sabiduría popular, sabe separar el grano de la paja  para  extraer la esencia de lo que atañe a la propia comunidad.

Actualmente corre entre la legión de aficionados a la historia ( no así entre los verdaderos historiadores ni entre los aficionados rigurosos), una corriente de desprestigio mezclado con una pizca de  burla disfrazada de ironía,  hacia ¿casi todo? lo que se basa en la tradición, de tal forma que el conocimiento transmitido de forma natural  y sedimentado por el sentido común de la gente pasa a constituir una fuente de información más que dudosa, casi sospechosa de intento de manipulación o de ansias de protagonismo o de intentar "arrimar el ascua a la sardina" ¡o de que se yo! . 

Para mí, lo fundamental es la noticia, de tal forma que una información que se propaga de boca en boca y que la puedes percibir por diversas bocas coincidiendo en lo esencial, la doy por buena mientras no se demuestre lo contrario.

En mi casa de Villanueva mis padres trabajaban como maestros. Como consecuencia, siempre teníamos  una mujer de se encargaba de las tareas domésticas y que era como de la familia.

 Me acuerdo de Pepa, alta fuerte y de hablar algo tosco (a mi infantil entender) porque usaba palabras para mi desconocidas tales como hogaño, oraje, cucha, por bíchale, tirao  etc., Pepa me contaba que ella era de unos cortijos que estaban en Chincoya y que en ese lugar hace mucho tiempo había un castillo donde había muchas cuevas subterráneas y precipicios muy grandes por donde nadie podía subir porque eran secretos y te podían matar; también me contó que en ese castillo antes estaba la Virgen de la Fuensanta y que  una vez llegaron los moros para llevársela pero no pudieron hacerlo. 

Esta información también me llegó a través de María la Serrana  complementada por algunos detalles de la retirada de los moros que fue precedida por una gran tormenta, y más delante de boca de Doña Nieves (profesora de literatura en el colegio de Villanueva) pero ya conectando esos hechos con la Cantiga de Alfonso X el Sabio y dando por supuesto que el suceso de Chincoya ocurrió en nuestra Chincoya. 

Hace poco tiempo, después de transcurrida mi vida profesional, a través de los contactos en Facebook, recibí de personas diferentes  de Villanueva pero muy relacionadas con Chincoya, relatos asombrosos de hechos ocurridos en la zona de las murallas (así se le conoce hoy en día al castillo) y en sus inmediaciones (cementerio árabe), galerías subterráneas interiores debajo del castillo etc. Básicamente coinciden con lo que me contaba Pepa.



Al estudiar los fundamentos en que se basan las fuentes que  afirman que los sucesos de Chincoya ocurrieron en las cercanías de Bélmez de la Moraleda, no he conseguido leer nada que aporte prueba alguna, si se hacen hipótesis sobre la vegetación que rodea al castillo que dicen que se parece a la que existe por la zona de Bélmez, de que había que atravesar un rio y que ese era el Jandulilla, que si porque el  Alcaide Bélmez y el de Chincoya eran amigos, tenían que ser “necesariamente vecinos”… y cosas así.
Todas esas “pruebas” y otras se pueden establecer con el mismo o más rigor para ubicar el suceso en Chincoya que tiene no uno sino tres ríos con posibilidad de vadearlos (Guadalquivir, Chincoya y Chillar) , una vegetación muy similar a la que aparece en la miniatura, un nombre que es común a todo un espacio natural , poblado, castillo, arroyo etc.. , yacimientos de oro (del que tan necesitado estaba Aben Al Hamar para construir su Alhambra en Granada), fue además  depositaria durante dos siglos  que incluían la posible fecha del suceso (1260-1270), de la imagen de Santa María de Iznatorafe ( que después se le llamaría de la Fuensanta), la zona además de fronteriza en aquellos años era especialmente importante para el Rey Nazarí porque había planes por parte de los reinos de Granada y Murcia  para reconquistar el recién creado Reino de Jaén o parte del mismo y por tanto había que conocer las posibilidades de ataque y defensa etc etc.

Es decir, el contexto geopolítico de la zona de Chincoya en aquellos años  era tal, que aporta criterios lógicos para poder establecer hipótesis sostenibles y lógicas para ubicar los sucesos de Chincoya (nombre por cierto utilizado en la Cantiga para denominar el lugar), en la  Chincoya de Villanueva del Arzobispo (aunque el Catillo está en el término de Sorihuela).

Mientras que no existan pruebas y evidencias que desbaraten nuestra  tradición sobre Chincoya y que, al menos aporten indicios serios y razonables en favor de otro lugar, Villanueva debería de ser  la depositaria, junto con las cuatro villas, de La Fuensanta, del lugar de Chincoya y de una tradición oral que, en su esencia coincide con la narración que el gran Rey Alfonso X el Sabio hace del milagro de Chincoya.



Yo me siento orgulloso de ser de Villanueva y de tener tan cerca un lugar tan especial, emblemático y maravilloso como Chincoya y sus parajes y , aún más, por ser esta tierra la elegida para que dos Reyes del más alto nivel histórico: Alfonso X de Castilla conocido como El Sabio y  Aben Alhamar, genio militar y político, fundador de la dinastía de los Nazaríes de Granada, fuesen protagonistas indirectos de un suceso tan seductor como el fallido intento de conquista de Chincoya y la gloriosa defensa que allí operó la Virgen de los Cristianos llamada de la Fuente-Santa.
Los movimientos culturales tan florecientes hoy en Villanueva, son los llamados a desempolvar este asunto y darle a nuestro pueblo y con él a las Cuatro Villas y al Adelantamiento de Cazorla, el protagonismo que les corresponde y con ello aportar una componente histórico- cultural de altura como complemento del maravilloso parque Natural que nos rodea ( en cuyo seno se ubica parte de Chincoya) que sirva para revitalizar aún más la dinámica de nuestra tierra y ayudar a conseguir un mejor futuro.



                                                                                                             Enrique López Gámiz  Valencia Marzo de 2018